lunes, 1 de abril de 2013

A tí Lucía


Oh pequeña orador,
sabia cuan rodea,
digna de emoción.

No tientes la suerte,
de aquel pecador,
que sin sangre
 camina,
camina sin razón;
Mas solo te protege,
de bandalos de amor,
de caminantes del dolor,
de rápidas bestias,
que ansian tu pavor.

No llores más,
no rompas tu piel,
es semejante quien
 te protege,
no provoques por favor,
mas dolor en vuestro corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario